Brasil tiene un nuevo presidente. O uno antiguo, según se mire. El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva ha sido elegido de nuevo para un mandato de cuatro años. Luego de pasar 580 días en la cárcel, Lula vuelve a la cima tras una campaña electoral extremadamente violenta en un país dividido.
La diferencia de votos entre Lula y el actual presidente, Jair Bolsonaro, fue de poco más de 2 millones de votos. Lula ganó por un enorme margen en la región nordeste y Bolsonaro por un amplio margen en el sur, dato que pone en evidencia viejos y arraigados prejuicios regionales en Brasil.
Si 60 millones de brasileños votaron por el regreso de Lula, 58 millones querían la continuidad del gobierno de Bolsonaro, responsable de la muerte de miles de personas durante la pandemia de covid-19 –la “pequeña gripe”, como solía decir el presidente–, que promovió activamente la destrucción de la Amazonía y dejó al país aislado internacionalmente.
Articulo completo en el sítio de Letras Libres. Data de publicación: 07/11/2022.
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